ETAPA DECIMOSEXTA - 01/06/2012 - ETXALAR - HONDARRIBIA

Bon dia - Buenos Días - Egun on

Por fin llegó el día final. Honestamente tengo ganas ya de acabar esta magnífica travesía.
He atravesado cuatro comunidades autonomicas, donde se hablan tres lenguas distintas. Han sido más de 1.000 Km y algo más de 26.000 mts de desnivel acumulado. Tuve lluvia, nieve, sol de justicia y hoy cómo no, niebla. Una niebla muy densa que apenas me dejaba ver más allá de tres metros por delante de mí y que poco a poco se disipaba según ascendía por la ladera de la montaña. Otra visión de los Pirineos tan bella como el sol radiante.
Por el hecho de ser la etapa final, no es una etapa de trámite. Tendré que superar 1.200 mts de desnivel en 42 Km. Casi todo el recorrido discurre por la parte Francesa, rodeando el Lago de Ibardin para finalmente llegar a Hendaya, Irún y Hondarribia.
La llegada a meta es francamente estresante, ya que tuve que recorrer unos 10 Km por una carretera de dos carriles sin apenas arcén, con una densidad de tráfico altísima y su lógico nivel de peligrosidad.
La llegada a la playa de Hondarribia es todo paz, carril bici, tranquilidad, día soleado, en la playa sólo jubilados y de repente descubres un enorme vacío. ¿Qué haré mañana?. Esto se ha acabado.
Este el final de una bonita y dura historia. Un homenaje que le debía a esta cadena montañosa y a mí mismo.
Ahora habrá que pensar en un nuevo reto...

No quisiera despedirme sin agradecer la valiosísima ayuda de mis asistentes telefónicas, Laura y Blanca, gracias a sus llamadas tenía comunicación con el mundo exterior. Gracias a mi Madre y mis hermanas que tanto se preocupaban por mi estado de salud. A Javitxu, Mercedes, Papi, Carlos, Joan, Alex, etc... por vuestros mensajes y llamadas de soporte y ánimo. Una mención especial para mi GPS Garmin, regalo de Laura, sin el cual no me habría atrevido a acometer esta aventura en solitario. A mi bici Specialized Stumpjumper Expert, que no me ha dado ni un solo problema mecánico, a pesar de esos descensos por caminos tan pedregosos. A mis cubiertas Tubeless Maxxis, gracias a ellas no pinché ni una sola vez... y a una interminable lista más de cosas que me acompañaron e hicieron posible este proyecto.